DANA: Fenómeno Meteorológico Extremo que Afecta el Mediterráneo – Causas y Efectos
Una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) es un fenómeno meteorológico caracterizado por la presencia de aire frío en las capas altas de la atmósfera, aislado de la circulación general del aire. Este fenómeno, comúnmente llamado gota fría, es conocido por producir lluvias intensas y, en ocasiones, catastróficas. Las DANAs suelen ocurrir en otoño, especialmente en el área del Mediterráneo, donde las temperaturas del mar aún son elevadas y la atmósfera tiene más energía para generar inestabilidad.
¿Cómo se forma una DANA?
Las DANAs se forman cuando la corriente en chorro (corrientes de aire a gran velocidad que circulan en niveles altos) se ondula, y un fragmento de aire frío se separa y queda rodeado de aire más cálido. Al estar aislada, esta masa fría se comporta de forma independiente y tiende a desplazarse lentamente. El aire frío en altura genera un contraste térmico con el aire más cálido que se encuentra en niveles más bajos, creando una zona de inestabilidad. Este contraste es clave, ya que favorece el ascenso del aire cálido, que, al enfriarse en altura, forma nubes de gran desarrollo vertical conocidas como cumulonimbos, las cuales pueden generar lluvias intensas, granizo e incluso tormentas eléctricas.
Efectos de una DANA
Cuando una DANA afecta a una región, puede provocar lluvias muy intensas en poco tiempo, incrementando el riesgo de inundaciones repentinas y desbordamientos de ríos y barrancos. Esto suele ser especialmente problemático en áreas urbanas y zonas con poca capacidad de absorción de agua, como terrenos asfaltados. Además de las lluvias, las DANAs pueden provocar fuertes rachas de viento, descenso brusco de temperaturas y en algunos casos, caída de granizo.
Zonas y épocas más afectadas
En España, las DANAs son particularmente comunes en el levante español y en las Islas Baleares, donde el contraste entre el aire frío en altura y las cálidas aguas del Mediterráneo potencia el desarrollo de tormentas severas. Estas condiciones se dan frecuentemente a finales del verano y durante el otoño, ya que el mar Mediterráneo aún conserva el calor del verano, proporcionando una fuente de energía adicional para las tormentas.
Relación con el cambio climático
Aunque las DANAs son fenómenos naturales, existe evidencia de que el cambio climático podría influir en su frecuencia e intensidad. A medida que las temperaturas globales aumentan, las aguas del Mediterráneo y otros cuerpos de agua tienden a calentarse más, lo que incrementa la cantidad de vapor de agua en la atmósfera. Este exceso de vapor puede potenciar las precipitaciones y hacer que las DANAs sean aún más destructivas. Por esta razón, los científicos están atentos a cómo los patrones de cambio climático podrían afectar la frecuencia y magnitud de estos fenómenos en el futuro.
Precauciones y medidas ante una DANA
Las DANAs suelen ser fenómenos de alta peligrosidad, y es fundamental estar bien informado cuando se prevé su aparición. Las autoridades meteorológicas emiten avisos y alertas que permiten tomar medidas de precaución, tales como evitar desplazamientos en zonas propensas a inundarse y mantenerse informado de los boletines oficiales.
